Nanoterapia
para el Alzheimer [Título, es breve e incluye lo
necesario]
Lucía Rodal-Bravo [Nombre de la autora]
Resumen— Con
el aumento de la esperanza de vida, las afecciones relacionadas con el
envejecimiento se hacen cada vez más frecuentes, provocando una demanda
creciente de tratamientos para las mismas. Un ejemplo de ello son las
enfermedades asociadas a la degeneración neuronal. En los últimos años se han
desarrollado diferentes terapias dirigidas a mejorar los síntomas y la calidad
de vida de las personas que las padecen. Sin embargo, existe un problema
principal para la obtención de terapias mejores y más efectivas, la dificultad
para atravesar la barrera hematoencefálica (BHE), que evita que los fármacos
administrados a los pacientes pasen desde la sangre al cerebro. En este
contexto, las terapias con nanopartículas se presentan como una opción
prometedora, ya que debido a su pequeño tamaño y a la posibilidad de dotarlas
de especificidad, son capaces de atravesar la barrera y liberar el fármaco en el
lugar donde debe realizar su función. [Este párrafo es el resumen, consta de 150 palabras y
sintetiza perfectamente el contenido del artículo]
Palabras Claves— Alzheimer, Barrera
Hematoencefálica, Envejecimiento, Nanoterapia, Neurodegeneración. [Las palabras
clave que están relacionadas al tema del artículo]
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1. INTRODUCCIÓN
Las enfermedades neurodegenerativas se caracterizan por una pérdida progresiva de la estructura y función neuronal, que producen una serie de síntomas
relacionados con el movimiento y la memoria. Estas enfermedades afectan a una
parte importante de la sociedad, y van aumentando su incidencia según crece la
edad de la población, produciendo grandes costes económicos y sociales. Por
ello, es necesario la búsqueda de terapias que aborden las causas principales
de estas enfermedades, reduciendo así estos problemas, tanto para los pacientes
como para la sociedad [1]. [La introducción, expone el problema a resolver y la
aportación científica]
2. DIFICULTAD DE
TRATAMIENTO
2.1. Barrera hematoencefálica
Cuando se trata de buscar
tratamientos para las enfermedades neurodegenerativas, el principal obstáculo
lo presenta la barrera hematoencefálica (BHE). Esta barrera se encuentra en los
capilares, separando el compartimento sanguíneo del cerebro y está formada por
varios tipos celulares -células endoteliales, membrana basal, pericitos y
astrocitos- que le ayudan a realizar su función (figura 1).
La función de la BHE es proteger el cerebro de
daños externos; evitando el acceso de compuestos tóxicos y dejando pasar
aquellos necesarios para el metabolismo. Por esta razón, las células de los
capilares en el cerebro están más estrechamente unidas, permitiendo una mayor
restricción en el paso de moléculas al mismo. Debido a esta estructura, el
transporte de fármacos también se ve impedido y la mayoría de los compuestos,
aunque prometedores en ensayos in vitro, son incapaces de atravesar esta
barrera hasta el cerebro [2], [3]. Además, la tolerancia y eficacia de los
fármacos se ve afectada negativamente, por lo que las dosis empleadas deben de
ser mayores causando unos efectos adversos más severos[3].
Fig. 1. En la imagen se muestran
los componentes y la estructura de la barrera hematoencefálica. Imagen
modificada de la referencia [2].
Por estas razones, el paso a
través de la BHE ha sido un reto durante muchos años, y la mayoría de
estrategias probadas han resultado dañinas para la misma, afectando a su
integridad o funcionalidad [2]. Consecuentemente la nanoterapia presenta una
ventaja clara frente a otras terapias, ya que no necesita modificar la BHE para
introducir los compuestos terapéuticos en el cerebro.
3. DISEÑO DE NANOPARTÍCULAS
La nanotecnología es la ciencia que se dedica a la aplicación de los
nanomateriales o nanopartículas (NPs) para el beneficio humano. Los
nanomateriales pertenecen a la escala nanométrica (1-100nm) y poseen unas características
físicas, químicas y biológicas diferentes, tanto de los materiales a escala
macroscópica como de los átomos o moléculas. Estas características permiten
desarrollar aplicaciones muy variadas como famacológicas, cosméticas y
electrónicas entre otras; un ejemplo de ello es el empleo de las nanopartículas
para el diagnóstico o tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas [4].
3.1. Nanopartículas y trasporte de fármacos
Una de las aplicaciones
principales de las NPs en el tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas
es el transporte de fármacos al cerebro. El transporte de fármacos con NPs
tiene varias ventajas con respecto a otros métodos. En primer lugar, el empleo
de transportadores permite una liberación controlada de los fármacos, de manera
que es posible disminuir los niveles en sangre de los mismos. Además, es
posible dirigir el lugar de liberación, por lo que el efecto será más específico
para las áreas del cuerpo que requieran el tratamiento y se reducirán los
efectos adversos derivados del mismo. Finalmente, las cantidades de agentes
terapéuticos necesarios para el tratamiento también son menores, reduciéndose
sus costes y su desecho. Con todas estas ventajas, el empleo de NPs permite
mejorar el transporte de fármacos a través de la BHE y por ello resultan
prometedoras en la obtención de tratamientos para diversas enfermedades
neurodegenerativas [2].
3.2. Características de las NPs
transportadoras
Las NPs poseen características o propiedades especiales, que son debidas
a su tamaño y que las hacen idóneas para el transporte de fármacos. Estas
propiedades son diferentes para cada tipo de NP y son esenciales para conocer
el comportamiento de las mismas en el organismo (y por tanto la posibilidad de
que atraviesen la BHE). Por ello, es necesario controlar dichas propiedades, a
través de su diseño, de manera que permitan la realización de terapias seguras
y efectivas. El tamaño de las NPs es de especial importancia en su empleo para
el tratamiento, siendo las NPs más pequeñas (de menos de 100nm) las más
efectivas en el paso de la BHE [2], [5]. Otro parámeto a considerar es el
potencial Zeta, que es la carga total de la superficie de una nanopartícula en
un medio y que influye en la estabilidad de la NP en suspensión. El potencial
Zeta afecta a las interacciones entre las NPs y las células, por lo que también
es necesario tenerlo en cuenta para el transporte de fármacos a través de la
barrera. Además del tamaño y el potencial Zeta es necesario tener en cuenta (y
optimizar) otras características de las NPs para mejorar su comportamiento en
el organismo. Algunas características importantes son: la forma, la
conformación tridimensional, la composición, la afinidad a diversas moléculas
celulares, y la dosis necesaria. El mecanismo exacto por el que las NPs interaccionan
con las membranas celulares no está del todo claro, aunque se sabe que existen
varias rutas - pinocitosis, endocitosis o transcitosis mediada por receptores -
por las que puede ocurrir el transporte. Estas diferentes situaciones de
transporte dependerán, de nuevo, de las características de las nanopartículas
empleadas [2], [4].
3.3. Funcionalización de NPs
La funcionalización de la
superficie de las nanopartículas es otro aspecto importante para las
aplicaciones médicas de las mismas. La funcionalización puede influenciar la
distribución, transporte y respuesta biológica de las NPs, permitiendo mejorar,
entre otras cosas, el direccionamiento a zonas específicas del organismo o el
paso de la BHE; por ejemplo, mediante la funcionalización con anticuerpos que
promuevan la transcitosis mediada por receptores (figura 2). Existen varias
formas por las cuales se puede realizar esta funcionalización: i) mediante el
recubrimiento con polímeros biocompatibles o ii) por conjugación con moléculas
para el direccionamiento, la visualización o la mejor penetración de las NPs.
Sin embargo lo más común es la combinación de ambos, ya que permite la
obtención de varias funciones mejorando la actividad de las nanopartículas
producidas [4]. En definitiva, la funcionalización permite mejorar la actuación
de las NPs, tanto in vitro como in vivo [2].
4.
NPS Y
ALZHEIMER
La investigación sobre el tratamiento de las enfermedades
neurodegenerativas y en concreto del Alzheimer, se ha visto bastante
obstaculizada debido a las limitaciones presentadas en el transporte a través
de la BHE. Actualmente no existen terapias efectivas para el tratamiento de las
mismas. Sin embargo, las NPs podrían solucionar este problema, transportando
fármacos a través de la BHE, y
permitiendo mejorar y desarrollar terapias para varias de ellas. Pudiendo citar
el Parkinson, la Esclerosis Lateral Amiotrófica o el Alzheimer, del que
hablaremos con mayor profundidad [4].
4.1.Enfermedad de Alzheimer
El Alzheimer es la enfermedad
neurodegenerativa más frecuente. Ya en 2010 afectaba a más de 25 millones de
personas en el mundo y podría llegar a 100 millones para el 2050. El Alzheimer se caracteriza por dos lesiones
principales: i) la agregación de péptidos β-amiloides en placas y ii) el enmarañado de neurofibrillas
intraneuronales, que están compuestas de formas hiperfosforiladas de la
proteína Tau, asociada a microtúbulos. Ambas lesiones llevan a un deterioro
neuronal y sináptico asociado a neuroinflamación [4], [6]. Actualmente, existen
varias hipótesis para el tratamiento del Alzheimer. Los tratamientos más
empleados incluyen: inhibidores de la colinoesterasa, que producen una
acumulación de acetilcolina, y mementine, un antagonista del receptor NMDA. Sin
embargo, estos fármacos tienen únicamente beneficios a corto plazo y no
solucionan las causas reales de la enfermedad ni previenen su progresión [4],
[6]. Por ello resulta interesante la búsqueda de tratamientos dirigidos a las
lesiones que producen propiamente la enfermedad, como tratamientos para la
agregación de neurofibrillas, que se considera desencadenante de la enfermedad,
o el depósito de péptidos βA, característica invariable de todas las formas de
Alzheimer. Para ambas lesiones se han probado varias estrategias diferentes,
sin embargo los resultados no han sido los esperados y los tratamientos
aprobados para la enfermedad siguen siendo puramente paliativos [6]. Parte de
la razón de que esto ocurra es la limitación de la BHE; por ello, las terapias
basadas en nanopartículas se presentan como una posible solución.
5. Terapias basadas en NPs
Los tratamientos para el
Alzheimer basados en NPs se centran principalmente en la liberación de fármacos
en el cerebro, o bien en la inmunoterapia; con anticuerpos dirigidos a los
péptidos βA o a la proteína Tau (figura 2).
Fig. 2. Esquema de diferentes
terapias con NPs para el tratamiento del Alzheimer. Las nanopartículas
interaccionan con los receptores de transcitosis de la BHE y la atraviesan
realizando su acción en el cerebro: Liberación de fármacos o interacción con
antígenos (inmunoterapia o diagnóstico). Imagen modificada de la referencia [6].
En general, estas terapias
basadas en NPs se relacionan con varios aspectos beneficiosos: i) un incremento
del paso a través de la BHE, ii) una reducción de las concentraciones del
péptido βA y la proteína Tau, y iii) la recuperación inducida de memoria.
Además, el empleo de NPs para el encapsulamiento de fármacos ha mostrado otras
mejoras, tanto en su comportamiento fisicoquímico (p.ej. en la solubilidad),
como en el biofarmacéutico (p. ej. en la toxicidad, direccionamiento y otros),
lo que permite una mayor eficacia y seguridad en el tratamiento. Por último,
también es de gran importancia el desarrollo de nuevos métodos de diagnóstico
con NPs, ya que las concentraciones bajas de los biomarcadores en estadios
tempranos de la enfermedad, hacen imposible la detección precoz de la misma y
por tanto, el tratamiento adecuado de la enfermedad desde su inicio [6]. No
obstante, a pesar de los resultados prometedores, obtenidos en fases
preclínicas, actualmente no existen terapias para el Alzheimer basadas en NPs
en ensayo clínico. [Resultados. En este punto expone
los resultados de una terapia contra el Alzheimer]
6.CONCLUSIONES
Pese a la falta de
ensayos clínicos en el uso de NPs para las enfermedades neurodegenerativas,
posiblemente debido a la novedad del empleo de las mismas en este campo, las
NPs presentan resultados muy esperanzadores para el tratamiento y diagnóstico
temprano de las mismas, bien sea por la mejora de las características de
fármacos previamente empleados (con un mayor paso de la BHE, menor toxicidad y
otros) o por el desarrollo de nuevas aplicaciones. Además, el pequeño tamaño de
las NPs, la posibilidad de diseñarlas y especialmente de funcionalizar su
superficie, las hace idóneas para el transporte de fármacos, permitiendo
conseguir los niveles adecuados de los mismos en el cerebro, a la vez que se
reducen las concentraciones en otras regiones. Las NPs permiten el tratamiento
simultáneo y más eficaz de varias patologías asociadas a la enfermedades
neurodegenerativas como el Alzheimer. En definitiva, son una opción prometedora
para la mejora en el pronóstico y el avance de la enfermedad, haciendo posible
el desarrollo de mejores terapias y finalmente mejorando las condiciones de vida
de los pacientes. [Discusión. En este párrafo se interpretan los resultados
y se hace una conclusión]
[No consta de agradecimientos, no ha sido financiada por
proyectos o contratos de investigación así que no es obligatoria]
REFERENCIAS
[Bibliografía.
El siguiente apartado son las referencias que se han consultado para realizar
el artículo, cumpliendo las normas APA]
1. M. Garcés, Universidad complutense y neuroalianza,
“Estudio sobre las enfermedades neurodegenerativas en España y su impacto
económico y social”, documental report, Nov. 2014.
2. C. Celia, D. Cosco, D. Paolino and M. Fresta,
“Nanoparticulate Devices for Brain Drug Delivery,” Med. Res. Rev., no. 5, pp.
71656, Sep 2011, doi: 10.1002/med.20201.
3. S. Hernando, O. Gartziandia, E. Herran, J.L. Pedraz, M.
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4. D. S. Adaya, L.
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